Otros viajeros

0

Calacas y Calaveritas

Julie Sopetrán
Las primeras calaveras se publicaron en Jalisco, en Guadalajara de México, en 1849
México
Fotos de: Julie Sopetrán
Las calaveritas o calacas literarias están compuestas por versos irreverentes, críticas irónicas, desenfados, descontento con lo que ocurre a nuestro alrededor; es un canto picarón y se usan para manifestar lo que sentimos y cómo vemos o nos relacionamos con la Muerte, llamada con mil nombres diferentes, como La Pelona, La Huesuda, etc. Las primeras calaveras se publicaron en Jalisco, en Guadalajara de México, en 1849. Se las debemos a José Guadalupe Posada que lo dio comienzo con sus extraordinarios dibujos de las Catrinas. La fotógrafo Mary Andrade, es autora de las siguientes fotos realizadas en distintos lugares de nuestros viajes a México. En dichas fotos me he inspirado para unirme a la tradición mexicana. Deseo que os guste. Tanto las fotos como los poemas aquí publicados, están registrados en la propiedad intelectual, se pueden copiar siempre que mencionen a sus autores.  La loca chingada Hoy me enteré que a la muerte le gustan los girasoles; se los pone como adorno cuando pasea la noche. Viste de mármol marrón callejea por las calles; patea todos los zocos ostentando sus collares. Altiva, esbelta, ajustada de caderas y cintura; encubre tras su pamela desmedida dentadura. Cuello largo, dedos finos ojazos de calavera; ella se cree muy guapa pero te digo que es fea. Para adornar su semblante la vemos con dos aretes; de esa manera se alegran un poco sus pareceres… Pero el cuello la delata con sus argollas huesudas; aunque se ponga colgante no adorna su desmesura. Y también lleva pulseras hechas de barro macizo; destacando en su apariencia el sujetador postizo… Así es la Loca Chingada no te fíes de su aspecto; porque va muy ataviada disimulando sus huesos. La flaca presumida (Calaverita corta – décima) La Flaca está que arrebata huesos por todos los lados; su porte un tanto alocado Con su minifalda ingrata tiene aires de literata… Las botas altas y el rosa parece una mariposa que por la calle desliza su retocada ceniza que de tan fea, es hermosa.

© Casa de América, 2024