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Coyoacán: donde comenzó México

Kristina Velfu
Aquí se asentó Hernán Cortés por primera vez y ahora el barrio evoca el pasado más remoto de la nación
Coyoacán, México
Fotos de: Kristina Velfu
México es un país de experiencias, un país de sensaciones, lúdico, profundamente emocional e intuitivo.  México se vive. No es un lugar que se mire o se conozca, sino es un lugar que se siente. Es por ello que su gente es propensa a la oralidad, tanto verbal -capaz de cantar sus más íntimos dolores-, como gourmet, en el que constantemente se prueban sabores aventureros. Para comenzar el viaje por mi “México Lindo y Querido” iniciaré en el lugar donde comienzan todos mis caminos cada mañana y en cada viaje, mi barrio: Coyoacán. Coyoacán está ubicado al sur de la Ciudad de México. Aquí todos los días  es una fiesta. Desborda la música, los espectáculos callejeros y los lugarcitos para tomar algo. Su aspecto es pintoresco y colonial. Es el barrio de los intelectuales, los artistas y los enamorados que pasan largas horas en las banquitas del parque regalándose besos.  El sonar de las campanas de la Parroquia de San Juan Bautista, el organillero que toca “La Barca” y el murmullo de la gente  caracterizan su ambiente festivo.  Aquí vivió la famosísima Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera, además del actor del cine de oro mexicano como Tito Guizar,  Emilio el Indio Fernández, cineasta que inspiró la estatuilla del Oscar,  y el premio nobel de literatura mexicano Octavio Paz. Coyoacán es un barrio tradicional y pintoresco de la capital del país que  fue el primer lugar donde se asentó el conquistador Hernán Cortés y su ejército por encontrar en él abundantes manantiales y arbolada vegetación. Aquí, en la denominada “Casa Colorada” que aún está en pie, habitó Cortés con su amante indígena Malitzin. A Coyoacán pertenece el primer templo católico de América ya que  Cortés mandó edificar una capilla, la cual sería la primera iglesia de la Nueva España y a su vez la primer iglesia del Hispanoamérica. Espacio que iniciaría la devoción de un pueblo mayoritariamente católico. Sus caminos son empedrados y  recuerdan las calles del Chinchon y tiene una bella placita frente a la iglesia dedicada a la patrona de Madrid, María de la Concepción a la que de cariño le decimos “plaza de la conchita”. Cortés estableció en Coyoacán su cuartel general hasta 1523 y fundó aquí, el primer ayuntamiento de la Cuenca de México. Sin embargo Coyoacán es uno de día y se convierte en otro de noche. Antes de ser lo que ahora es, estaban asentados aquí templos aztecas. Resalta el de Tezcatlipoca, o espejo humeante, que en la mitología mesoamericana representa al señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, omnipresente, fuerte e invisible. Gracias a este rico  pasado en las calles Coyoacán trabajan arqueólogos e historiadores en busca de más pistas sobre lo que aquí hubo. Hay un grupo de personas que conservan la cultura prehispánica y que por la noche realizan danzas tradicionales que inician con el sonido del Caracol. Así por la noche Coyoacán evoca el pasado más remoto de esta nación. Este barrio de la Ciudad de México, capital del país, es un buen punto de inicio para conocer y reconocer la complejidad del colorido, intenso y aromático México. Para pasar un día muy a nuestro estilo en Coyoacán recomiendo comer en la cantina La Coyoacána en donde todos los días hay mariachis, tequila y muy buena comida. Mi barrio es efervescente, místico e histórico. ¡Tienen que vivirlo! Kristina Velfu: Socióloga-Periodista ó Periodista-Socióloga. Locutora y coleccionista de arte. Velfu es sensibe y observadora. Disfruta de los viajes, de los efectos de la distancia, los museos y pláticas con conocidos y extraños. Se describe a sí misma como fisonomista de lo cotidiano y considera una de sus mejores virtudes su capacidad de descripción. Amante declarada de la libertad es capaz de tomar su vida y meterla en una maleta para conocer en persona todo aquello de lo que alguna vez ha escuchado o leído. Síguela en Twitter: @Velfu

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