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Perú existe más allá de Machu Pichu

Luis Arenas
Chincha, Chachapoyas, La Puna... el Perú menos conocido de la mano de este post viajero
Chincha, Chapapoyas, La Puna
Fotos de: Luis Arenas
En este post propongo una ruta alternativa que recorre el país de norte a sur por las tres regiones características: la desértica costa junto al Pacífico, las rocosas montañas andinas y la fluvial selva amazónica. NORTE Chachapoyas recibe cada vez más atención por aquellos que huyen del masificado Machu Pichu y desean enfrentarse con otras culturas prehispánicas a la incaica. Entre sus montañas selváticas se esconden los misteriosos sarcófagos de Carajía donde se guardaron los cuerpos de guerreros y gobernadores para asegurar su feliz viaje hacia el más allá o la gran fortaleza de Kuelap. Cerca de la población de Luya está la poco frecuentada Ciudad de los Muertos, unas ruinas al borde de un abismo sin ninguna medida de seguridad ni ruta turística ¡Una verdadera experiencia paleontológica! Para relajar el día de tan altas aventuras, prueben la medicina local, el aguardiente, alcohol proveniente de la caña de azúcar y de difícil digestión (no hay manera de suavizarlo con ninguna gaseosa, lo digo por experiencia…) CENTRO A tres horas de Lima encontramos la población de Chincha, famosa por cultivar la uva que producirá el famoso pisco. Aquel que quiera pasar un buen rato discutiendo con un peruano, diríjase a una de las numerosas bodegas que hay por la zona a pedir una cata de pisco y afirme con rotunda seguridad que el origen del pisco es chileno. Recomiendo lo haga al final del recorrido, por si acaso…A media hora encontramos la pequeña población de El Carmen, famosa por la comunidad africana fuertemente arraigada a sus tradiciones y orígenes, que se remontan a los tiempos de la colonia cuando fueron introducidos como esclavos. Una de las costumbres que atraen a aventureros turistas es la música denominada “zapateo”, herencia del flamenco español y que a día de hoy ha evolucionado en diferentes escuelas o familias dentro de la pequeña comunidad. Su origen es religioso, y todavía hoy se encuentran a vecinos que se congregan los fines de semana en las diferentes familias y a la melodía del violín cantan himnos religiosos mientras zapatean enérgicamente, en un ritual que los lleva a la comunión y al éxtasis general. Actualmente existen familias que alejadas del origen religioso ofrecen espectáculos a turistas, donde se ha introducido el cajón flamenco y un baile más artístico. Por si no fuera poco, es costumbre encontrar por la plaza principal a niños bailando a los turistas por unas pocas monedas con cajones hechos por ellos mismos. SUR Siguiendo la columna vertebral andina rumbo al Sur llegamos a uno de los paisajes más fascinantes, la puna peruana, capitalizada por la ciudad de Puno y el Lago Titicaca. El paisaje a más de 4000 metros sobre el nivel del mar se hace difícil de respirar si no se está acostumbrado. Solo las llamas y las vicuñas te acompañan en una tierra difícil de vivir: el viento es constante, frío y seco, la cercanía del sol reseca tus labios y quema tu nariz y sin embargo resulta fascinante recorrer su inmensa soledad, sus campos llenos de monótonos vacíos, de historias de personas que crecieron con esta tierra a fuerza de doblegarse a sus duras condiciones. Para los antiguos incas en el Lago Titicaca nacieron los fundadores de su reinado, el Tahuantinsuyo. Y cuando uno llega ahí, olvida el ateísmo ramplón para adentrarse en su misterio divino. Sus aguas limpias y claras hacen de espejo para un cielo demasiado cercano. En él se esconden numerosas islas entre las que destaco la Isla Taquile y la Isla Amantaní, donde uno solo encontrará gente amable y sonriente. No existen hoteles ni restaurantes. La única opción de hospedaje es en las casas de los naturales de la isla, quienes han sido formados en las costumbres occidentales por las autoridades para un feliz acuerdo entre ambas partes. ¡Disfruten la ruta y suerte en el camino!

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