En los últimos veinte años la segunda metrópoli de Colombia ha cambiado mucho, nada tiene ya que ver con el peligroso Cartel de Medellín, de mediados de los setenta. Uno de los motores propulsores de este mejoramiento ha sido la red de transporte y la construcción de edificios púbicos en estas zonas desfavorecidas, estas medidas han ayudado a conectar los barrios más marginales con los turísticos. El tour urbano Medellín es enorme y no se puede recorrer a pie, la mejor manera, y la más segura, de no perderse ningún punto clave de la ciudad es vía metro, aquí tres paradas que no te puedes pasar: 1. Primera parada: Parque Berrio (línea A). Es el punto más cultural de la ciudad, aquí se encuentra el parque de las esculturas o de los gordos, una plaza repleta de voluminosas estatuas de Botero, el museo de Antioquia que contiene obras de artistas contemporáneos colombianos y la impresionante colección del propio Botero. Y en ladrillos blancos y negros el Palacio de la Cultura, al que se puede entrar gratuitamente y aprender más sobre la ciudad. 2. Próxima estación Universidad (línea A). Donde aparte de pasear por el campus uno puede ir al Jardín Botánico, la entrada es libre, vale la pena visitar el orquideograma, dedicado a la flor nacional de Colombia, la orquídea. 3. Santo Domingo, para llegar hasta allí hay que continuar en la línea A bordeando el río, y hacer transbordo al metro-cable (línea K), teleférico público, en Acevedo. Santo Domingo es un barrio marginal, uno de los muchos creados en Medellín por el éxodo rural desde finales del siglo XX debido a la crisis y a la violencia. Allí está situada la moderna Biblioteca España, desde donde se puede contemplar todo el centro de la ciudad, leer, ver exposiciones y encontrar diversos proyectos para integrar a los niños de la zona donde intentan ayudarles en los estudios y alejarles de la violencia callejera y las drogas.   Sarah Y. Richards: Nací en Suiza, de madre francesa y padre español, a los siete años cambié la organizada Ginebra por la caótica Sevilla, luego me mudé a Madrid, ciudad en la que estudié periodismo y que abandoné a los 21 años para descubrir Las Américas. Viví en Canadá donde redescubrí el inverno y deleité mis oídos con millones de conciertos. De ahí, pasé a residir en Guatemala,desde donde atravesé toda Centro y Sudamérica en bus, haciendo largas paradas en Nicaragua y Colombia, hasta llegar a Buenos Aires, Argentina, ciudad desde la cual volé hasta el viejo continente. Ahora escribo sobre cómo viajar de forma económica y descubrir lo no escrito en las guías. Autora de http://buenobonitobarat0.blogspot.com.es/