Coloquio en el que participaron Marta Elena Casaús Arzú, profesora titular de la Universidad Autónoma de Madrid; Otto Argueta, investigador en temas de violencia y seguridad del German Institute of Global and Area Studies, de Hamburgo, celebrado el pasado 2 de noviembre de 2011. Las elecciones generales para elegir al presidente, diputados al Congreso de la República, diputados al Parlamento Centroamericano y alcaldes de Guatemala, se llevaron a cabo el 11 de septiembre. Entonces, los votantes tuvieron diez candidaturas, entre ellas la de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú. Quedó fuera de las papeletas la inscripción de Sandra Torres, ex esposa del todavía presidente Álvaro Colom, y por lo tanto ex primera dama, cuya gestión al frente de las ayudas sociales fue polémica durante el último gobierno. A pesar de que antes de presentar su candidatura se divorció del presidente Colom, el Tribuna Supremo Electoral consideró que había un “fraude de ley” manifiesto, por lo cual anuló la candidatura de Sandra Torres, del gubernamental Unidad de la Esperanza y la Gran Alianza Nacional, plataforma política que llevó a Óscar Berger al poder en 2004. Con ese marco de tensión, de los 7.340.841 ciudadanos registrados en el padrón, finalmente ejercieron su derecho al sufragio 5.022.064. Al producirse el conteo de los votos, se determinó la necesidad de una segunda vuelta, a realizarse el próximo 06 de noviembre. El candidato Otto Pérez Molina, general retirado del Ejército guatemalteco, obtuvo 1.597.937 votos, y Manuel Baldizón, doctor en Derecho y abogado, logró 1.004.215. Es decir que, respectivamente, el Partido Patriota (PP) y Libertad Democrática Renovada (LIDER), sumaron 36% y un 22% de los sufragios. Rigoberta Menchú apenas sacó un nada significativo 3%. En cuanto a los pesos y contrapesos que se establecen en el nuevo Congreso de la República, de las 158 diputaciones a elegir, el Partido Patriota, PP, obtuvo 56 escaños; el hasta ahora partido oficial, la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, 48; la Unión del Cambio Nacional, UCN, 14, Libertad Democrática Renovada, LIDER, 12; y el movimiento de Rigoberta Menchú sólo será representado por 3 diputados. El PP, aunque tiene mayoría normal no pudo obtener la mayoría absoluta, por lo cual tendrá que iniciar numerosas negociaciones con las otras fuerzas políticas para conformar la directiva del Organismo Legislativo y estar en condiciones de dinamizar la elaboración de leyes y el control político. Convocada ya la segunda vuelta, los candidatos y partidos políticos perdedores concretaron alianzas con los dos finalistas. Así, Manuel Baldizón se lleva el apoyo importante de la candidata frustrada Sandra Torres y el más bien simbólico de Menchú, quien, además, se ofreció a ser su ministra de Relaciones Exteriores. Según la encuesta que el Periódico encargó a a la prestigiosa firma Borge y Asociados, es Otto Pérez Molina, el que encabeza la intención de voto. Su candidatura recibiría un 45.7% sobre el 37.2% adjudicable a Manuel Baldizón. Como ya es tradicional en las elecciones guatemaltecas, la antesala a la segunda vuelta transcurre bajo las fuertes acusaciones que se intercambian los candidatos. Esta vez han salido a relucir supuestas conexiones con el narcotráfico, con la responsabilidad en masacres durante el conflicto armado interno (1960-1996), y gran un abanico de propuestas, algunas difíciles de cumplir . En todo caso, el que resulte ganador tendrá que moverse en un escenario de violencia extrema, la principal causa de desesperación de los guatemaltecos, más allá de la crisis, del desempleo o del vasto problema de la corrupción. Diariamente mueren en Guatemala de forma violenta casi veinte personas. Finalmente la segunda vuelta se hará, según indicó el presidente Álvaro Colom, a pesar del Estado de Calamidad que se declaró por la intensidad destructora de la temporada de lluvias. Además, después de haberlo intentado durante muchos años, Guatemala recién fue elegida miembro (no permanente) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para un mandato bianual que comienza en 2012. Este nombramiento se suma simultáneamente a la incorporación de Guatemala a la Comisión de Estupefacientes y al Consejo de Derechos Humanos del alto organismo internacional. Dentro del ciclo Seguimiento de Procesos Electorales, Casa de América ofrece el punto de vista de los expertos sobre la coyuntura política en que se celebran las elecciones y el escenario que se dibuja con la conformación de nuevos gobiernos y nuevas fuerzas de oposición. La última sesión de este ciclo se llevó a cabo antes de las elecciones presidenciales en Argentina. Más información: Documento de Otto Argueta: 'Juntas locales de Seguridad en Guatemala' (en inglés)