Un año más el Festival VivAmérica pone en marcha el Festival en América. Así, también participan en el festival 16 centros culturales de 16 países, llegando a nuevos públicos gracias al trabajo en red. O lo que es lo mismo, por medio de esta propuesta el festival amplía su programación con 16 eventos en 16 ciudades Latinoamericanas. La programación de las actividades culturales con las que VIVAMÉRICA colaborará a través de la Red de Centros Culturales asociados al Festival, abarca desde la producción artística más contemporánea hasta proyectos de recuperación del patrimonio cultural material e inmaterial. Vídeoarte, teatro, cine, producción comunitaria y acciones en el espacio público, para los ciudadanos. 'Festival en América 2011' será una auténtica experiencia de programación cultural descentralizada. Una oportunidad de trabajo en Red entre Casa de América y diversas entidades culturales latinoamericanas. Festival en América es una plataforma digital activa para el fortalecimiento de las entidades culturales. En definitiva, Festival en América apoyará a todo tipo de creadores, proyectos e iniciativas innovadoras (en la concepción, desarrollo y difusión) en la creación artística contemporánea del espacio iberoamericano. Esta iniciativa cuenta con la colaboración especial de Acción Cultural Española y de Telefónica, patrocinador global de Vivamérica 2011.

Viernes 7 de octubre

Música e imagen electrónica con Djs y Vjs

Suono

Hora: 18.00 h

Lugar: Plaza cubierta CCGSM 

Entrada libre

Visuales: Vjs Sweetnoise (Heroinax + Rucula + Clip4food) Música: Alex Zeta Paul + Big Fabio

 

Artes visuales

Lo que no se usa. Matías Perego

Hora: Inauguración 19.00 h (hasta el 30 de octubre)

Lugar: Sala 2 CCGSM

Horario: de 15:00 a 22:00.

Entrada libre

Desfilan por estas telas el amor descontrolado, la pasión idealizada, el dolor neutralizado, el juego perverso, la marginalidad social, la cultura de lo correcto y la censura de lo posible. Las pinturas de Matías transmiten el clima de una habitación en donde varios adolescentes (al día siguiente de un recital agotador) despiertan amontonados y, entre resacas y olores potentes, empiezan una charla tan profunda que no hay quien no envidie la contundencia de sus reflexiones. Desfilan por estas telas el amor descontrolado, la pasión idealizada, el dolor neutralizado, el juego perverso, la marginalidad social, la cultura de lo correcto y la censura de lo posible. Además de la imagen, algunas palabras simples se organizan para decir las cosas más difíciles de comunicar, breves líneas que funcionan como aquellos fragmentos de las mejores canciones: suenan y resuenan en nuestras mentes una vez percibida su sonoridad. Siluetas frágiles, figuras-dibujo, plenos de color, texturas torpes, chorreados finísimos, tipografía casera e imágenes estereotipadas, son los elementos que le permiten a Matías componer una pintura que amplía lo que consideramos el registro visual de la pintura contemporánea ¿Nuevamente la actitud adolescente de ir mucho más allá del hoy? Me atrevo a afirmar que lo que hay acá es un sinceridad cruda, una puesta en juego de lo real-real del interior de alguien. Tan interior, tan real y tan pictórico que (me, nos, te) asusta, confunde, perturba y atrae a la vez.