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Ozogoche, vuelo a la muerte

Elizabeth Guevara
Elizabeth Guevara nos muestra más rincones de su tierra, Ecuador
Ozogoche
Fotos de: Elizabeth Guevara
Fantástico, así es el Ecuador. Además de disfrutar de la singularidad de los principales atractivos del país: Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja, las islas Galápagos, el Cotopaxi, el Chimborazo, también Riobamba, una pequeña urbe en el centro del país, es una gran puerta de entrada al mundo mágico de la sierra andina.   Desde Riobamba puedes contratar a un guía y transporte para visitar el Parque Nacional Sangay, mejor si vas acompañado con gente experimentada. Podrás elegir tu aventura: si quieres acampar, caminar, hacer ciclismo de montaña, montar a caballo, observación de aves, pescar o simplemente descansar y disfrutar del paisaje. Dentro del parque Nacional Sangay se encuentra el complejo lacustre de Ozogoche tiene más de 45 lagunas, ubicadas a 3.800 metros sobre el nivel del mar. Sus lagunas encierran un gran misterio, si vas a lo mejor lo descubres tú mismo.   Los quichuas, la comunidad indígena más numerosa habitante de estas tierras, cuentan una misteriosa historia sobre las lagunas de este parque. Se cuenta que cada septiembre, durante alguna noche llegan en bandada “los cuivivis” nombre quichua de los patos silvestres. Estos pájaros se lanzan en picado en medio de las lagunas para morir. Al suicidio, los lugareños lo llaman el tributo a las lagunas sagradas y aún nadie se explica el fenómeno.   El parque natural está lleno de flora y fauna típica del bosque de páramo: pajonales, árboles como el quishuar, pumamaqui, polilepis, chuquiraguas y achupallas nos ayudan a descubrir la capacidad de adaptación de estas plantas para sobrevivir al frío extremo.   Si tienes suerte podrás admirar algún oso de anteojos o cóndores, pumas, venados, gaviotas andinas y curiquingues que viven en la zona.   En los alrededores puedes visitar también Guamote y su mercado semanal de los jueves. “Fliparás en colores” al mirar este mercado transparente del comercio y la cultura de sus habitantes. Alausí y el tren que baja por la nariz del diablo son otros retos imperdibles.   Durante tu viaje seguro que aprenderás al menos una palabra en quichua “achachai” que significa ¡ay que frío! por eso te recomiendo que lleves una “chompita” (abrigo) para evitar el “soroche” mal de montaña relacionado a la altura y al frío extremo, aunque siempre le puedes dar un caluroso abrazo a tu acompañante. ¿Harás leyenda con tu viaje?    

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