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Un museo escondido en el metro neoyorquino

Sarah Y. Richards
Tom Otterness, mediante sus entrañables estatuas situadas en sitios insólitos y completamente mimetizadas con la estación, intenta hacer pensar a los pasajeros.
Manhattan, Nueva York (Estados Unidos)
Fotos de: Sarah Y. Richards
Bajo la ajetreada isla de Manhattan, en la parada de metro 14th street con la Octava Avenida (trenes A, C, E y L) viven más de 100 estatuillas de bronce de no más de 10 centímetros. Estas representan la historia de Nueva York: la clase obrera construyendo el metro, las cabinas telefónicas, los cocodrilos saliendo de las alcantarillas, los mendigos descansando en las esquinas, los policías pillando infraganti a los malhechores, las ratas, la importancia del dinero y la codicia de los ricos. Todas han sido creadas por el escultor estadounidense Tom Otterness que, mediante sus entrañables estatuas situadas en sitios insólitos y completamente mimetizadas con la estación, intenta hacer pensar a los pasajeros. La obra se titula Life underground ('Vida bajo tierra') y fue una petición de la Autoridad Metropolitana del Transporte de Nueva York. Otterness exhibe otros trabajos en diversas instalaciones públicas de la ciudad, como The real world en Battery Parck city y Rockefeller Park. Al ser estatuas de bronce se puede ver cuáles son las favoritas, pues las más populares están muy relucientes. Uno de los personajes favoritos es Money bag head ('Cabeza de bolsa de dinero') inspirado por las caricaturas políticas de Thomas Nast, la cual los neoyorquinos tocan al pasar a su lado para “llamar” al dinero.   Sarah Y. Richards: Nací en Suiza, de madre francesa y padre español, a los siete años cambié la organizada Ginebra por la caótica Sevilla, luego me mudé a Madrid, ciudad en la que estudié periodismo y que abandoné a los 21 años para descubrir Las Américas. Viví en Canadá donde redescubrí el inverno y deleité mis oídos con millones de conciertos. De ahí, pasé a residir en Guatemala,desde donde atravesé toda Centro y Sudamérica en bus, haciendo largas paradas en Nicaragua y Colombia, hasta llegar a Buenos Aires, Argentina, ciudad desde la cual volé hasta el viejo continente. Ahora escribo sobre cómo viajar de forma económica y descubrir lo no escrito en las guías. Autora de http://buenobonitobarat0.blogspot.com.es/

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