cine

24 de marzo

Llegaron de noche

Imanol Uribe

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Proyección de la película Llegaron de noche, de Imanol Uribe. Presentación antes de la proyección por Imanol Uribe, director, Gerardo Herrero, productor y Juana Acosta.

España-Colombia, 2022 / 107’ (+12)

Selección oficial del Festival de Málaga. España, 2022.

Dirección: Imanol Uribe.
Intérpretes Juana Acosta, Juan Carlos Martínez, Karra Elejalde, Carmelo Gómez, Ben Temple, Ángel Bonanni, Ernesto Collado, Julio Pachón, Harlys Becerra.

Sinopsis: La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en plena guerra civil salvadoreña, seis sacerdotes jesuitas, profesores universitario y dos empleadas fueron asesinados en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). La noticia tuvo una inmediata repercusión internacional. Además de la barbarie, entre los sacerdotes asesinados se encontraba un intelectual de prestigio, Ignacio Ellacuría. La posición de los jesuitas de la UCA era importante para poner fin a una década de guerra cruenta. De inmediato, el Gobierno culpabilizó a la guerrilla del FMLN, pero una testigo presencial echó por tierra la versión oficial. Ella es Lucía Barrera de Cerna y trabajaba como empleada de la limpieza. Aquella mirada ha sido clave para esclarecer la verdad y hacer justicia, y además, cambió para siempre su vida y la de su familia. Esta película narra su historia.

Fecha y hora
📅 Jueves 24 de marzo de 2022.
⌚ 19.00.
📍 Cine de Casa de América - sala Iberia. 
▶ Aforo 70 localidades.
Entrada libre hasta completar aforo.
Las entradas se distribuirán en el Punto de Información una hora antes del comienzo de las actividades.

Organizan:

Casa de América

Tornasol MediaBowfinger

 

Dirección: Imanol Uribe.Producción: Nunca Digas Nunca A.I.E., Bowfinger International Pictures, Tornasol Media.
Coproducción: 64a Films (Colombia).
Productores: María Luisa Gutiérrez, Gerardo Herrero.
Productora ejecutiva: María Luisa Gutiérrez, Mariela Besuievsky.
Coproductores: Diego F. Ramírez, Nancy Fernández.
Productor asociado: Ikwe Ganuza.
Guion: Daniel Cebrián.
Fotografía: Kalo Berridi (A.E.C.).
Dirección artística: Diego López.
Montaje: Teresa Font.
Sonido: Pablo Bueno, César Salazar.
Música original: Vanessa Garde.
Intérpretes: Juana Acosta, Juan Carlos Martínez, Karra Elejalde, Carmelo Gómez, Ben Temple, Ángel Bonanni, Ernesto Collado, Julio Pachón, Harlys Becerra.

Realizada con la participación de RTVE, Movistar+, y con el apoyo del ICAA y del Programa Ibermedia.

Imanol Uribe (San Salvador, 1950).

Director, guionista y productor.

Comenzó sus estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y obtuvo el título de Director en la Escuela de Cinematografía de Madrid. En 1975 funda la productora Zeppo Films, en 1979 Cobra Films y posteriormente Aiete Films S.A.

Ha sido productor de varias de sus películas, así como de algunos títulos realizados por otros directores de prestigio como Manuel Gutiérrez Aragón (Visionarios, 2001) y Montxo Armendáriz (Secretos del corazón, 1998), esta última nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

Ha dirigido y escrito numerosos largometrajes de ficción, entre los que destacan: La muerte de Mikel (1983); El rey pasmado (1991), basado en la novela de Gonzalo Torrente Ballester, Crónica del rey pasmado, merecedora de siete premios Goya; Días contados (1994), con la que obtuvo la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y ocho premios Goya; El viaje de Carol (2002); Plenilunio (2000); Miel de naranjas (2012) y Lejos del mar (2017). Llegaron de noche (2022), es su último largometraje.

El caso Ellacuría, la matanza de los jesuitas en El Salvador en 1989, es uno de los acontecimientos que personalmente más me han impactado en el momento de conocerlo. En mi memoria ocupa el mismo rango de sorpresa y desconcierto que me produjeron en su día el asesinato del presidente Kennedy o la muerte de Carrero Blanco.

Recuerdo la impresión brutal que me provocó la noticia. Recuerdo dónde estaba, qué hacía en ese instante. Se me quedó grabada la decoración del restaurante dónde me enteré mientras localizábamos para una serie que no llegaría a hacerse nunca. Eran años convulsos en el mundo y Ellacuría era un referente intelectual y moral para mucha gente. A mí, además, la historia me tocaba personalmente: soy salvadoreño de nacimiento y estudié en los jesuitas, primero en el Externado de San José en San Salvador, y luego en Tudela, en el mismo colegio al que había acudido Ellacuría, incluso le conocí personalmente, aunque fuese de manera breve y casual.

Hubo una primera versión del guion basada en el recuento de los hechos: mucha hemeroteca y materiales de archivo. Pero la película cobró sentido y vida cuando el guionista Daniel Cebrián y yo, viajamos para entrevistarnos con Lucía Cerna y Jorge Cerna en California, y con el padre José María Tojeira, provincial de los jesuitas en el momento de los asesinatos, en El Salvador. Pudimos localizar los escenarios naturales de la historia, y durante la semana que pasamos vivíamos en la misma Universidad donde sucedieron los asesinatos. A eso se sumó hablar con quienes los vivieron en primera persona. Lo que para nosotros era hasta entonces una trama de ficción, era mi asalto decisivo al relato, mi intento definitivo de atrapar la historia, de hacerla mía. El guion y la película están construidos casi exclusivamente a partir de los testimonios del padre Tojeira y de los Cerna.

Lucía es una mujer impresionante, una fuerza de la naturaleza. Su periplo vital daría para varias películas. Los momentos que pasamos junto a ella y su marido, Jorge, fueron el empujón final que nos impulsó a hacer la película. Nuestra impresión es que no había contado la historia entera nunca. Su recuerdo fluyó nítido, consistente y, sobre todo, muy emocionado, recordando la masacre de los padres o su posterior secuestro por el FBI.

Tras meses tratando de imaginar el ataque de los soldados, la muerte de los jesuitas, la ventana por la que Lucía identificó los uniformes, pudimos hacerlo en el sitio exacto de la masacre, donde todo encajó como lo hacen las piezas de un puzzle. Nuestra conciencia de los hechos se hizo más real, pero también más dolorosa.

En San Salvador conocimos en profundidad al jesuita José María Tojeria, el otro protagonista de nuestra historia. Hoy es director del IDHUCA, el Instituto de Derechos Humanos de la UCA, tras haber fungido como rector de la Universidad entre 1997 y 2011. Chema, como él mismo prefiere que lo llamen, nos confió su memoria con generosidad ilimitada. Los hechos vividos en primera persona tomaban cuerpo gracias a esa memoria privilegiada; pero también el contexto, la realidad de El Salvador, las pequeñas historias de cada uno de los personajes, y, por supuesto, su crítica certera desde el amor por el país del que ya es parte. Escuchar la narración de los protagonistas de primera mano y revisitar los lugares reales, nos permitió dotar a la película de una veracidad casi periodística, cualidad necesaria, desde mi punto de vista, para narrar esta historia.

Si la película trata de algo es de la defensa de la verdad. En un tiempo de relativismo moral, encontrar a alguien como Lucía, dispuesta a darlo todo por defender el relato veraz de lo que vivió, cuando la postura cómoda habría sido la contraria, me emocionó profundamente. Por eso quise contar la historia de esta mujer y de los acontecimientos que le cambiaron la vida y casi acaban con ella.

Y llegó la pandemia

Este es el proyecto en el que más tiempo he invertido en realizarlo, cinco años largos. Por diversos motivos, pero la pandemia fue la última piedra en el camino. Nos mandaron de vuelta a casa, prácticamente en el último avión, cuando estábamos en la semana menos dos para empezar el rodaje en Cali. Era marzo de 2020, el inicio del confinamiento. Durante muchos meses conseguimos mantener el compromiso de los actores -españoles, colombianos, cubanos, peruanos, uruguayos y norteamericanos- que interpretan a una cuarentena de personajes. Ese fue para nosotros el mayor reto al que nos enfrentamos durante la pandemia.

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