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Manu y Bea llegan a Panamá, lugar de paso, ciudad multicultural en la que el dólar manda
Panamá, Ciudad de Panamá
Fotos de: Manuel Mestre y Beatriz Bañón
Panamá es un país de enormes contrastes y de paso para nosotros y para mucha gente. Límite con Sudamérica, no hay carretera que lo conecte con Colombia. Se podría decir que se vive el capitalismo llevado a su máxima expresión, siempre bajo los intereses de EEUU. La moneda nacional es el balboa pero lo único que se ven son dólares. Aquí los yankis han hecho lo que han querido. La comida típica es el whoper, la ropa es americana, la cultura MTV. Panama City es una ciudad de negocios, sucia, ruidosa y en constante construcción. El calor y la humedad pueden llegar a limites insospechados. Se esta haciendo un metro en esta ciudad sin aceras, que necesita cosas mas importantes que túneles subterráneos. Hay barrios en los que te despluman, niños en la calle entre montones de basura.Impresionantes centros comerciales y gigantes rascacielos conviven con edificios que solo conservan armazones desconchados. El 90% de estas Torres de lujo están oscuras de noche. ¿Por qué? Son propiedad de empresas privadas (americanas?) que no comercian en Panama pero si tributan donde son mas favorables los impuestos. Ciudad multicultural. Los chinos tienen el monopolio de los minisuper, los hindúes de las telas y los perfumes, los judíos de las joyerías. Los negros viven en barrios de la periferia y juegan a cartas por la noche. El toque de color lo ponen las ropas típicas de las mujeres kunayala. ¿Y los panameños? Trabajan en el sector servicios. Es curioso que no hay perros callejeros pero si muchos gatos. ¿Será por los restaurantes chinos?. El canal ha traído enormes ingresos y comercio. Administrado por EEUU hasta 1999, se dice que el organismo que lo lleva , ¿externo? al gobierno, gana más de 5 millones de dólares al día. Una cola de cargueros se ve siempre en el horizonte. El mecanismo es sencillo. Un sistema de esclusas en 3 puntos nivelan los 12 metros de los mares de ambos lados. Para la construcción usaron miles de trabajadores antillanos y africanos en zona de paludismo. Muchos murieron para la finalización de la obra. Ni cortos ni perezosos, en 2006 se aprobó una macro proyecto de 5 billones de $ para ampliar el canal. Cuentan que el general Noriega era informante de la CIA y alcanzó el poder en colaboración con esta al hacer explotar el avión en el que viajaba el presidente Torrijos. Se involucró con el narcotráfico colombiano, se proclamó él mismo presidente y como primer acto declaró la guerra a EEUU. 26.000 marines lo sacaron de la embajada del Vaticano en Panamá bajo la bandera de la democracia yanki. Hoy domingo llegó el general de vuelta al país. El 20 de diciembre se cumple el aniversario de la masacre. Lo esperan en Francia donde tiene dos años. Aquí también tiene que cumplir condena. En la televisión bajan de un avión a un hombre encapuchado en silla de ruedas. Pero este no es el verdadero Noriega sino su doble. El general camina tranquilo llegando sano y seguro a suelo panameño poco tiempo después.

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