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Elefante blanco

Elefante blanco

Pablo Trapero

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Argentina-España 2012 / 110' Estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Cannes (Un certain regard), Francia, 2012. Dirección: Pablo Trapero. Guión: Alejandro Fadel, Martín Mauregui, Santiago Mitre, Pablo Trapero. Intérpretes: Ricardo Darín, Jérémie Rénier, Martina Gusman. Sinopsis: Dos curas tercermundistas trabajan junto a una asistente social en una villa de Buenos Aires. Juntos, luchan mano a mano para resolver los problemas sociales del barrio. Su trabajo los enfrentará tanto a la jerarquía eclesiástica y a los poderes gubernamentales como al narcotráfico y a la fuerza policial, arriesgando sus vidas por defender su compromiso y lealtad hacia los vecinos del barrio. Fecha: del 28 de noviembre al 8 de diciembre. Hora: 20.00. Lugar: Cine Iberia. Entradas: 5 euros: General. 3 euros: Miércoles día del espectador, mayores de 65 años, socios FNAC, carnet joven, empleados de Iberia y Telefónica, titulares de las tarjetas Iberias Plus y Club Fiesta. 1 euro: Desempleados, mediante la acreditación oficial. Taquilla Venta anticipada para todas las sesiones.  De lunes a viernes de 10.00 a 20.30. Sábados desde las 19.00. Comenzada la proyección se pierde el derecho a la butaca numerada.  Las entradas para las sesiones gratuitas (2 por persona) se comenzarán a distribuir a partir de las 18.00.
Dirección: Pablo Trapero. Producción: Matanza Ciney Patagonik Film Group. Coproducción: Morena Films (España). Productores ejecutivos: Alejandro Cacetta, Pablo Trapero, Juan Vera y Juan Pablo Galli. Coproductores ejecutivos: Juan Gordon. Guión: Alejandro Fadel, Martín Mauregui, Santiago Mitre, Pablo Trapero. Fotografía: Guillermo Nieto. Dirección artística: Juan Pedro Gaspar. Montaje: Pablo Trapero y Nacho Ruiz Capillas. Sonido: Carlos Lidón. Música: Michael Nyman. Intérpretes: Ricardo Darín, Jérémie Rénier, Martina Gusman. Estreno Mundial - Selección Oficial Festival Internacional de Cine de Cannes (Un certain regard), Francia, 2012.  
Pabro Trapero (Argentina, 1971) Director, guionista y productor. Graduado de la especialidad de dirección en la Universidad del Cine (FUC), de Buenos Aires. Estrena en 1999 su primera película Mundo grúa, con la que participa en el Festival de Venecia iniciando un recorrido de festivales y obteniendo numerosos premios internacionales. En 2000 realiza el mediometraje Naikor que obtieneun premio otorgado por el Hubert Bals Fund y en paralelo comienza a trabajar en su segundo largometraje, El bonaerense, el cual se estrena en el Festival de Cannes 2002, con muy buena recepción de la crítica y el público. En este mismo año funda la compañía de producción Matanza Cine. En 2003 produce el documental Ciudad de María, de Enrique Bellande, realizado con el aporte del Jan Vrijman Fund. En este mismo año realiza y produce el telefilme documental Sarasa y coproduce y estrena comercialmente La mecha de Raúl Perrone, presentada en el Festival de San Sebastián. En 2004 vuelve al Festival de Venecia con su tercera película, Familia rodante, comenzando así un amplio recorrido de festivales. En 2005 produce Géminis, de Albertina Carri, película que clausura el BAFICI e inaugura su lanzamiento mundial en el Festival de Cannes de ese mismo año. Paralelamente realiza dos coproducciones con Latinoamérica: Mi mejor enemigo, de Alex Bowen (coproducción chileno-argentino-española); y Dí buen día a papá, (coproducción boliviano-cubano-argentina),dirigida por Fernando Vargas Villazón, ambas estrenadas comercialmente. En 2006 estrenó Nacido y criado su cuarto largometraje como director, que se estrena en el Festival Internacional de Roma, con excelentes críticas y MBYA, tierra en rojo, documental dirigido por Philip Cox y Valeria Mapelman (coproducción entre Argentina y UK). En 2007 realiza como director Intersecciones, un telefilm documental en cárceles de la ciudad; produce La rabia, cuarto largometraje de la directora Albertina Carri, entrenado en el festival de Berlín y Leonera, su quinta película como director, estrenada mundialmente en sección oficial del Festival de Cannes. En 2010 estrenó Excursiones, la tercera película de Ezequiel Acuña del cual es coproductor. En ese mismo año estrenó en la sección oficial del Festival de Cannes Carancho, su sexta película como director, guionista y productor. La película argentina más taquillera de 2010. Durante el 2011 dirigió uno de los cortos del film 7 días en La Habana, junto a otros seis directores: Laurent Cantet, Benicio del Toro, Julio Medem, Gaspar Noé, Elia Suleiman y Juan Carlos Tabío. Al mismo tiempo, estrenó como productor el segundo largometraje de Santiago Palavecino, La vida nueva y planea estrenar Caito, opera prima de Guillermo Pfening. En 2012 concluye El elefante blanco, protagonizado por Ricardo Darín, el actor belga Jérémie Renier y Martina Gusman. Fue selección oficial del Festival de Cannes (Un certain regard) y superó los cincuenta mil espectadores en Argentina.
¿Cuál es el engarce de la película con la actualidad? Elefante blancoes una película que conecta con distintas épocas relacionadas entre sí por el trabajo que hacen los curas en las villas y se podría pensar que más o menos, sobre todo en Ciudad Oculta, que es donde está ubicado el Elefante blanco, se trabaja desde fines de los años sesenta hasta la actualidad. Pasaron muchos años, muchas cosas y muchas historias  muy difíciles, no solo en el barrio, sino en el país, desde esa época hasta hoy. Y lo que unifica después de todos estos años es la gente que durante generaciones estuvo viviendo en una villa que en principio era más pequeña y después se hizo más grande y ahora es prácticamente una ciudad. Un poco lo que se puede ver en la película no es solo la situación actual que se vive en el barrio, sino las generaciones que fueron creciendo, muchas de esas sin la posibilidad de haber salido de ese lugar, y siempre acompañados en las distintas épocas por estos curas que hacen distintos trabajos junto a los vecinos. ¿Qué podemos aprender en 2012 del discurso que deja traslucir Elefante Blanco? A través de las distintas formas de exclusión social y en general, es donde se puede ver claramente por qué existe una sociedad prácticamente paralela que alberga a las personas, que de alguna manera, intentan entrar en un sistema. Se ve más claramente en las villas que albergan a gente que viene del interior del país tratando de entrar en la capital, pero por las diferencias económicas o sociales que hay, solo puede llegar hasta la villa y ese es el mejor lugar al que pueden acceder. También pasa lo mismo en relación con otros países. Hay gente que vive en villas de la ciudad de Buenos Aires que vienen de muchas comunidades de países latinoamericanos buscando el progreso. Eso  genera una contradicción y una tensión muy fuerte entre lo que para unos es el progreso y para otros es la exclusión. Para mucha gente que viene de condiciones de extrema pobreza, la villa es realmente un paso para estar más cerca de recursos e incluso de infraestructura. Y para la gente que está en la ciudad, muchas veces es el lugar al que termina llegando por haberse caído de la estructura social. ¿Qué considera que aporta una película sobre curas comprometidos en 2012? Una película que habla sobre curas comprometidos en realidad habla sobre personas comprometidas. Elefante blanco deja ver mucha gente que silenciosamente está comprometida con el trabajo cotidiano que significa intentar cambiar algo, por lo menos en estos barrios. La película no muestra solo lo que hacen Nicolás y Julián, que son los dos curas, sino también Luciana y el grupo de trabajo que los acompaña se ve un montón de gente que anónimamente trabaja a diario, por lo menos para enfrentarse a los problemas cotidianos. Después hay problemas estructurales, políticos, sociales, económicos que no puede resolver un asistente social, ni un cura, ni una persona que desinteresadamente se acerca a la villa para intentar trabajar con la gente del barrio. Pero lo que se ve en la película es que hay mucha más gente de la que imaginamos y conocemos que está comprometida de manera cotidiana con un trabajo que, a largo plazo, puede traer un poco de alivio para los problemas cotidianos de los vecinos de estos barrios. En su labor como director, ¿qué nota que ha querido imprimir en el tratamiento de los personajes? En la película hay, por supuesto, tres personajes principales, que son los que identificamos con más claridad. Julián, el personaje de Ricardo Darín, que narra un poco la generación que continuó el trabajo de los curas tercermundistas, que es la generación inmediata, posterior, y cómo se considera desde hoy día ese movimiento y ese compromiso. Julián es un personaje que viene de una familia de clase media o acomodada, que ha tenido estos votos de compromiso social, y que se ha alejado de la tradición de su familia para dedicarse a los pobres. Por otro lado, está Nicolás, que es la generación que sigue, la que aprende de la generación de Julián. Nicolás es el personaje de Jérémie Renier, el cura extranjero al que en la película llaman el cura gringo, que viene de viajar por distintas partes del mundo, siguiendo misiones humanitarias, no solo en Latinoamérica, sino también en otros lugares del planeta; y cuando empieza la película entendemos que este vínculo que han desarrollado Julián y Nicolás ni siquiera empezó en la Argentina, sino en los viajes que Julián hacía llevando esta tradición de la palabra de los curas del tercer mundo por distintos países. Nicolás tiene una mirada más cotidiana y está más preocupado por la relación con los vecinos que por la religión, y eso se ve en un primer momento. Su manera de trabajar, que es lo que lo enfrenta a Julián, deja la religión de lado para establecer vínculos más directos y personales, y eso también genera fricción en este vínculo. Esta relación entre Nicolás y Julián, que representa el trabajo desde el lado de la religión, se complementa con la mirada de Luciana, que es una asistente social que trabaja desde hace muchos años con Julián ayudando a los vecinos del barrio en las distintas tareas cotidianas, como el comedor, los talleres de rehabilitación por problemas de drogadicción, apoyo escolar, talleres de costura, etcétera. Son distintas actividades para acercarse a los vecinos, y para que los vecinos también encuentren una manera de trabajo, muchas veces fuera de la estructura religiosa y política, que es también otra de las maneras en que se hacen esos trabajos sociales. Y después se ven muchísimos personajes que representan las distintas voces del barrio, los inmigrantes, los chicos que luchan a diario por salir de los problemas que el barrio a veces representa. Después se ve también en otros vecinos que se convierten en personajes, la gente que efectivamente encuentra en la villa un lugar de pertenencia porque hace generaciones que están ahí, porque es su barrio, es su lugar, más allá de lo que desde afuera se puede ver, que es un lugar de tránsito, de paso, de emergencia. También se ve en otros personajes, como la villa es un lugar de refugio y una fortaleza, sobre todo para el narcotráfico y para otras actividades delictivas. Se ven por momentos partes del negocio del juego ilegal y de otras formas de vida que se sienten protegidas dentro de la villa.

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