Espejuelos oscuros

Espejuelos oscuros

Jessica Rodríguez

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Presentación especial y proyección de Espejuelos oscuros, de la directora Jessica Rodríguez. Coloquio posterior con la presencia de la directora.  Cuba, 2015 / 96’ (+12). Dirección: Jessica Rodríguez. Intérpretes: Laura de la Uz, Luis Alberto García, Yadier Fernández, Mario Guerra. Sinopsis: Esperanza es una mujer ciega que vive sola con su gato en una casa solitaria en el medio de la campiña cubana. Mario es un delincuente buscavidas que huye de la policía tras cometer un robo en un pueblo cercano. Cuando irrumpe en casa de Esperanza para esconderse, pronto mostrará un interés sexual por ella, quien tratará de desviar su atención a través de las historias que escribe, historias de gente común que a su juicio merecen ser recordadas. Así, como si de una Sherezade moderna se tratara, elige tres relatos que le contará antes de entregarse a él.

Fecha: 17 de abril de 2018. Hora: 19.30. Lugar: cine Casa de América. Sala Iberia.

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Aforo: 90 localidades. Entrada libre hasta completar aforo. dfty
Dirección: Jessica Rodríguez. Compañías productoras: CloroProd (España), LargasLuces (Cuba). Productores: Jaime de los Santos, Ivonne Cotorruelo, Miguel Burgos. Guion: Jessica Rodríguez. Fotografía: Susana Ojea. Dirección de arte: Jessica Rodríguez. Montaje: Miguel Burgos. Sonido: Paloma Huelin, María Angulo, Raymel Casamayor. Música original: José Luis Martínez. Intérpretes: Laura de la Uz, Luis Alberto García, Yadier Fernández, Mario Guerra.
Jessica Rodríguez Sánchez (La Habana, 1986). Directora, guionista y escritora. Ha dirigido, en colaboración con la cineasta cubana Zoe García, los cortometrajes documentales Tacones cercanos (2008) y El mundo de Raúl (2010) y ¡Crac! (2013) y el mediometraje documental Ahlam (2014) junto a la egipcia Shaza Moharam. Su trabajo ha sido reconocido en importantes festivales internacionales. En 2013 publica su primera novela La bestia y el pueblo ganadora de los I Premios Noveles de Literatura de la Fundación Orfeo. Espejuelos oscuros es su primer largometraje de ficción.
A lo largo de toda la historia de Cuba, en épocas de la Guerra de Independencia o de revoluciones, siempre ha habido un personaje a la sombra, silenciado por los hombres, protagonista a la fuerza de todos los actos heroicos: la mujer. Espejuelos oscuros es la historia de cuatro mujeres en diferentes etapas de la Historia de Cuba, que a la sombra de los protagonistas masculinos se resisten a ser lo que la sociedad espera de ellas, viven un debate interior entre ocupar el apaciblemente el papel que el mundo ha guardado para ellas y sus deseos más íntimos. Los personajes protagónicos de los tres relatos son interpretados por una misma actriz, la que da vida a Esperanza, para lograr en el espectador la sensación de asociación y que inconscientemente asuma que de algún modo estas cuatro mujeres materializan el concepto de un ser único: la mujer cubana. Los años setenta en Cuba representan la época de mayor ostracismo político y social de país, la influencia soviética había alcanzado su plenitud y en el funcionamiento interno del Estado se ponían en práctica los más sofisticados mecanismos de guerra fría, basados en una contrainteligencia puntillosa, que convertían a casi la totalidad de la población en informantes. Marlene, la protagonista de esta historia encarna a la obrera intachable comprometida con el proceso revolucionario en la construcción del socialismo en Cuba. A pesar de que a nivel conceptual el Partido Comunista promulgaba la igualdad entre el hombre y la mujer la realidad era que los hombres ocupaban los cargos de importancia política y las mujeres ocupaban sobre todo los cargos de secretarias y mecanógrafas, y era algo usual que los líderes, aprovechándose de su situación de poder, presionaran a las trabajadoras para convertirlas en sus amantes, a través de la coacción. Marlene es la mujer que pese a vivir de cerca el entreguismo y la corrupción, confía en la pureza de la sociedad comunista, y achaca la pérdida de valores a problemas humanos, por eso, decide tomar la justicia por su mano. En esta historia intentamos recrear la época valiéndonos de elementos de ambientación como toda la cartelería de propaganda de la época. Se hace hincapié en la decoración de la oficina estatal donde resaltan los grandes archivos y las enormes pilas de papeles que generaba la burocracia. Para los exteriores elegimos el Camilo Cienfuegos, un barrio habanero de principios de la Revolución que se caracteriza por su estricta funcionalidad arquitectónica y la falta de ornamento de los edificios, basados en líneas rectas y compuestos por apartamentos geométricamente cuadrados. Toda la intención estética quiere venir a recalcar el discurso del cuento, pero llevamos la geometricdad de las formas y los tonos del color rojo a un punto extremo, para también reforzar en el espectador la idea de cuento, de historia narrada. La segunda historia tiene lugar en los años cincuenta, cuando Cuba, bajo la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista, vivía una época de bonanza y esplendor económico, descalificada por una abierta injerencia norteamericana y un Gobierno que, pagado por la mafia, reprimía los movimientos sociales de forma sanguinaria. Adela es la prometida de Carlos, ambos son profesores en la Universidad de La Habana, pero él está involucrado en el Movimiento Revolucionario que pretende derrocar al Gobierno y ella lo apoya desde el anonimato. El drama de Adela deviene en que termina enamorándose de Acosta, el sargento de la policía que los vigila a ella y a su prometido. Cansada de verse a sí misma en el papel de la mujer que solo brinda apoyo sentimental a un revolucionario termina confundiendo la insistencia del sargento con curiosidad amorosa, cuando en realidad este sólo tiene interés en su novio y sus actividades clandestinas. Adela se debate entre seguir sus deseos más íntimos, que apuntan a Acosta y, lo políticamente correcto, quedarse apoyando a su prometido incondicionalmente. Una vez más llevo la situación a un extremo emocional, tantos deseos ahogados reaparecen esta vez más radicalizados: ella no solo no ama al hombre que debe amar sino que su subconsciente ha decidido vengarse y amar a su enemigo acérrimo. Los años cincuenta fueron una época compleja, donde la mujer era valorada como un objeto meramente decorativo, y se estimaba según la perfección estética que lograba proyectar al exterior. Por tanto, a nivel formal hemos querido trabajar todo el colorido ornamental que caracterizó la etapa, y a nivel de dirección de actores potenciar la contención y la expresividad más allá de lo verbal, tratando de guiar al espectador hacia las verdaderas emociones de los personajes a través de la gestualidad y las miradas. Solo al llegar al clímax de la historia, los personajes mostrarán sus sentimientos explícitamente, casi en forma de catarsis. La última historia es la de Dulce, una campesina cubana que durante la Guerra de Independencia contra España ayudaba a los insurrectos, dándole refugio y comida, pero no puede evitar acostarse con todos los soldados que dormían en su casa. Y ahí radica su drama, en que a pesar de sus ideales sinceros para con la independencia, sus deseos sexuales van contra la moral de la época y empañan su contribución a la causa. Otra vez aparece la duda de todos mis personajes femeninos, rendirse ante el “deber social” que le impone la época o dejarse llevar por sus impulsos más íntimos. Espejuelos oscuros trata de revindicar a la mujer cubana dentro de nuestra historia, pero no desde la grandilocuencia y lo políticamente correcto, sino desde la imperfección propia del ser humano. No es una clase sobre momentos históricos clave, propone un análisis interior, más humano, el que hay detrás de todas nosotras después de vivir durante cuatro siglos a las sombra y callando nuestros dramas ¿Hemos sido tan pasivas como la gente piensa o quizás hay mil historias nunca dichas que los libros de texto, desde su tamiz siempre masculino, han decidido obviar?
Premios Premio a la mejor actriz (Laura de la Uz) SOSE Festival Internacional de Cine. Yerevan, Armenia. (Selección oficial) Premio FEISAL Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Argentina. (Selección oficial) Premio especial del jurado Festival de Cine de Avanca. Portugal. (Selección oficial) Mejor película Festival de Cine Latino o Iberoamericano. Yale, Estados Unidos. (Selección oficial) Festivales (Selección oficial) Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Cuba. Festival Internacional de Cine de Miami. Estados Unidos. Festival de Cine Latino de Chicago. Estados Unidos. Latino Film Festival. Festival de Cine de Gramado. Brasil. Figueria FilmArt. Festival de Cine de Figueira da Foz. Portugal.

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