Ignacio Padilla es uno de los máximos exponentes de la llamada Generación del Crack mexicana (fue uno de los impulsores, en 1996, de su Manifiesto). Su obra ha sido traducida ya a más de quince idiomas y le ha granjeado el reconocimiento tanto de la crítica como del público, además de una docena de premios nacionales e internacionales (como el Primavera 2000, por Amphitryon). “Un mundo abrumado por su propia naturaleza, visto a través de las metáforas del agua, surge en este ensayo deslumbrante que recorre la tradición literaria de todo un continente”, destacó el jurado que le otorgó el Premio Iberoamericano de Ensayo Debate-Casa de América 2010 el pasado mes de abril.  El pasado 6 de octubre de 2010 lo presentó en Casa de América.