cine

Cine Patrimonial Venezolano
Del 7 de febrero al 6 de marzo del 2024

Cine Patrimonial Venezolano

72177720314648985

Casa de América y la Embajada de Venezuela en España, en colaboración con la Cinemateca Nacional de Venezuela, presentan el ciclo Cine Patrimonial Venezolano, integrado por cinco largometrajes y dos cortometrajes, que marcan el desarrollo del cine venezolano desde sus inicios. Esta muestra brinda la oportunidad de adentrarse en las raíces de la industria cinematográfica venezolana, y refleja la influencia del cine mexicano y argentino del siglo XX. Pero, fundamentalmente, descubre al espectador cómo a partir de diferentes temáticas y propuestas narrativas hay una búsqueda en la elaboración de un discurso estético propio desde la singularidad de lo local y al mismo tiempo universal. 

La selección de las películas ha sido curada por el cineasta John Petrizzelli, quien será el encargado de presentarlas el miércoles 7, fecha en la que se inaugurará el ciclo. John Petrizzelli (Venezuela) es periodista, guionista y director de cine con más de treinta años de experiencia en la industria cinematográfica. Ha escrito y dirigido películas de ficción y documentales las que han sido galardonadas con diferentes premios internacionales. Además, ha escrito los libros de prosa Negro lógico (1978), Historias para las posibilidades del músculo (2017) y El conjuro de los cardos (2020).

PROGRAMACIÓN

📅 Miércoles 7 de febrero
⌚️ 19.00

Bienvenida e inauguración del ciclo:
- Luis Prados, director de Programación de Casa de América.
Coromoto Godoy Calderón, embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en España.
John Petrizzelli, cineasta y curador del ciclo.

UN CÉLEBRE ESPECIALISTA SACANDO MUELAS EN EL GRAN HOTEL EUROPA
Venezuela, 1897 / CM / (TP).
Dirección: Manuel Trujillo Durán.
Sinopsis: Narra la divertida escena de un célebre odontólogo haciendo extracciones dentales en un famoso hotel de la ciudad de Maracaibo. Primera película rodada en Venezuela. Estrenada el 28 de enero de 1897 en el Teatro Baralt de la ciudad de Maracaibo. (Reconstrucción a partir de fotografías de los materiales originales).

MUCHACHOS BAÑÁNDOSE EN LA LAGUNA DE MARACAIBO 
Venezuela, 1897 / CM / (TP).
Dirección: Manuel Trujillo Durán.
Sinopsis: Estéticamente similar a los trabajos de los hermanos Lumière, la cinta muestra a un grupo de niños que se bañan en el lago de Maracaibo. (Reconstrucción a partir de fotografías de los materiales originales).

LA VENUS DE NÁCAR
Venezuela, 1932 / CM / (TP).
Dirección: Efraín Gómez.
Sinopsis: Una madre narra a su pequeña hija la historia de un pescador indio quien navegando en las aguas del lago zafirino logra pescar una hermosa perla en su concha. El indio toca la perla y ésta se convierte en la bella y voluptuosa figura de una mujer. 

📅 Miércoles 14 de febrero
⌚️ 19.00

LA ESCALINATA
Venezuela, 1950 / 75’ (+12).
Dirección: César Enríquez.
Sinopsis: Pablo regresa al barrio donde vivió los primeros años de su vida, en busca de Juanito, pero no lo encuentra. Su hermana Delia le cuenta que éste ha perdido el empleo y en su desesperación se ha dedicado a delinquir.

📅 Miércoles 21 de febrero
⌚️ 19.00

LA BALANDRA ISABEL LLEGÓ ESTA TARDE
Venezuela, 1950 / 97’ (+12).
Dirección: Carlos Hugo Christensen.
Sinopsis: Una reflexión sobre la marginalidad urbana y el fenómeno del mestizaje a través de la historia de un marino que arriba al puerto venezolano de la Guaira y se enamora de una prostituta, quien hace todos los intentos por retenerlo a su lado. 

📅 Miércoles 28 de febrero
⌚️ 19.00

ARAYA
Venezuela, 1959 / 90’ (TP).
Dirección: Margot Benacerraf.
Sinopsis: Narra la vida de los salineros y los pescadores de Araya, una península al noreste de Venezuela, donde funcionó durante siglos una gran salina natural. 
Selección oficial del Festival de Cannes 1959, nominada a la Palma de Oro como Mejor película y ganadora del Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI).

📅 Miércoles 6 de marzo
⌚️ 19.00

CAÍN ADOLESCENTE
Venezuela, 1959 / 90’ (+12).
Dirección: Román Chalbaud.
Sinopsis: Juana y su hijo se mudan del campo a Caracas, en busca de mejores oportunidades laborales y escolares. Al llegar viven en un rancho en uno de los barrios marginales de la ciudad, donde conocen un mundo horrible de promiscuidad y miseria, muy diferente al que esperaban.

Fecha y hora:
📅 7, 14, 21 y 28 de febrero y 6 de marzo.
⌚️ 19.00.
📍 Sala Iberia - cine de Casa de América.
► Entrada libre hasta completar aforo de 60 personas el día 7 y 90 personas el resto de días.
Las entradas se comenzarán a distribuir en el Punto de Información una hora antes del comienzo de la proyección.

Organizan:

logo   logo   logo    logo

 

CINE PATRIMONIAL DE VENEZUELA
Conmemorando los 127 años del cine venezolano
Por John Petrizelli.

El cine venezolano ha tenido una historia muy dilatada, ya que a pesar de ser Venezuela un país bastante pobre y atrasado para la época, al menos en cuanto a la llegada de la tecnología cinematográfica al país, no perdimos el tiempo y fuimos bastante precoces.

Efraín Jorge Acevedo.

Veinte años después la historia cambia con el reventón del pozo Zumaque que transformaría para
siempre la historia política, social y cultural de Venezuela.

El cine venezolano nace en la ciudad de Maracaibo a finales del siglo XIX. El 28 de enero de 1897, sólo dos años después de la proyección de los hermanos Lumière en Francia, Manuel Trujillo Durán proyecta Célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa, una divertida escena de ficción, y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo, nuestro primer asomo al documental, en el Teatro Baralt de Maracaibo. Estas primeras películas realizadas en Venezuela, por lo menos de las que se tenga noticia, marcan lo que los historiadores han establecido como el inicio de la realización cinematográfica en el país. Se trata como hemos dicho de Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa (Maracaibo), y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo, piezas cuya autoría se discute, podrían atribuirse a Gabriel Veyre, aunque más probablemente a Manuel Trujillo Durán –un emprendedor, fotógrafo, cineasta, periodista y empresario, considerado como uno de los pioneros de la cinematografía venezolana e incluso a camarógrafos de la casa Lumière, que en la época fueron enviados por todo el mundo para promover su ya famoso cinematógrafo, un artefacto que incluía cámara y proyector en el mismo dispositivo. No obstante, el aparato empleado para esta primera proyección fue un Vitascopio, objeto creado por Thomas Alva Edison y Thomas Armat, exhibido por primera vez en 1895 en la Exposición de los Estados del Algodón en Atlanta, y que había sido adquirido en la ciudad de Nueva York para su traslado a Venezuela. Trujillo Durán fue contratado como operador del aparato. De ahí parte de la confusión. La vida de Trujillo Durán fue bastante complicada y terminó suicidándose en 1933.

Sobre el contenido de las películas (más apropiado sería decir “tomas”, por su corta duración y ausencia de montaje) es poco lo que se sabe, pues solo se tiene referencia de ellas por un anuncio de prensa y algunas reseñas posteriores a la presentación que alternaba obras originales de los hermanos Lumière con las tomas realizadas en Maracaibo. El programa de esa noche, como era costumbre en estos espectáculos de variedades, se proyectó después de La favorita, ópera de
Donizetti.

Un breve comentario aparecido en el diario El Cronista, citado por Ricardo Tirado, dice: Los cuadros del cinematógrafo parecen buenos, particularmente el de “Muchachos bañándose en el lago”, que fue ruidosamente aplaudido. Con todo, se notó que el descorrer de la cinta adolecía de alguna irregularidad y que la luz que daba sobre el bastidor no parecía bien dispuesta, así se borraban o se confundían lastimosamente las figuras.

La primera de las obras filmadas en Venezuela trataría de un médico dentista en plena acción en el famoso hotel Europa, localizado frente a la Plaza Bolívar de Maracaibo, en una casa que durante mucho tiempo ocupó el cónsul de Italia. La segunda mostraría a un grupo de jóvenes bañándose en el lago, e incluiría también vistas de la Plaza Baralt, el mercado principal y el centro de la ciudad, probablemente montadas una tras otra como una galería de vistas de la ciudad. Ricardo Azuaga afirma que la película debía ser estilísticamente similar a las de los hermanos Lumière, posiblemente emulándolas, en el sentido de que funcionaban como una postal.

Lamentablemente no se conservan copias de ninguna de ellas, pero ha habido al menos tres intentos para su reconstrucción. El primero fue realizado, en 1999, por la agrupación Río Teatro Danza Caribe, dirigida por Francisco Denis, como parte de un espectáculo teatral estrenado en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas para conmemorar el centenario del cine en Venezuela y son las que se incluyen en este ciclo patrimonial.

Posteriormente, se reconstruyó una toma fotográfica de los niños saltando al lago en una colección de la Biblioteca Nacional que documenta la historia del cine venezolano. Allí también se incluyeron otras imágenes que recrean la película. Más tarde, para el 120 aniversario de su estreno, en enero de 2017, la Asociación Venezolana de Exhibidores de Cine produjo un micro audiovisual con reconstrucciones fotográficas tanto del Célebre especialista… como de los Muchachos bañándose...

Emiliano Farías y Abdel Güerere hallaron imágenes originales de la década de 1890 almacenadas en el Archivo Fotográfico del Zulia, restaurándolas y coloreándolas para mostrar lo que habrían sido esas películas y el ambiente de la época.

Cito a Manuel Silva Ferrer, involucrado en la recreación de las películas que nos conciernen: “A pesar de estos esfuerzos, y de la relativamente abundante bibliografía sobre el tema, son muy pocos los que han podido acceder a estos materiales. Como es sabido, las películas originales ya no existen, y la crisis de nuestros archivos pone en riesgo el trabajo dedicado para su reconstrucción. Por estos motivos, hace algún tiempo, conversando con Francisco Denis, le planteaba la necesidad de buscar a cualquier precio las grabaciones hechas en 1999, y que tras su mudanza y la mía de Venezuela se encontraban desaparecidas. Ya se sabe por qué se dice una y otra vez que este país tiene memoria corta. Las pesquisas dieron algún resultado, por lo que a continuación presentamos la recreación de 1999 de Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo, como celebración del comienzo de la producción cinematográfica en Venezuela...

La historia de este material no deja de ser interesante y considero necesario dejar registro de ella. Como parte de las actividades previstas para conmemorar el centenario del cine en Venezuela, Fernando Rodríguez, para el momento presidente de la Cinemateca Nacional, le propuso a Denis la realización de un montaje teatral. Denis hacía unos pocos años se había instalado en Río Caribe, en el Estado Sucre, con un grupo de artistas que había conocido trabajando en Francia, para desarrollar un proyecto que bautizaron Río Teatro Danza Caribe, cuyas primeras obras mostraron un enorme potencial creativo.

Yo trabajaba en esa época como encargado de comunicaciones de la Cinemateca, y desde que vi su primera obra, Juanita en traje de baño rojo (1995), me fascinó el proyecto, por lo que voluntariamente me convertí en su agente en Caracas, lo que me llevó a viajar con frecuencia a Río Caribe. De allí que no fuera muy difícil incorporarme algunos años después al plan de recrear al Célebre especialista… y a los muchachos bañistas. La idea era lograr de alguna manera reproducir las películas originales para incorporarlas a un montaje que incluiría teatro, danza y videos, en una obra que sería un homenaje al cine. Para su realización consultamos con varios especialistas sobre la forma más adecuada de generar imágenes similares a aquellas creadas en los primeros años del cinematógrafo, a finales del siglo XIX, cómo obtener la textura, la fotografía, la cadencia de las imágenes, la estética, etc. El video y la edición digital no estaban tan avanzados como en la actualidad, por lo que para lograr la mayor fidelidad posible, Oscar Garbisu, Director del Archivo Fílmico, llegó a proponer utilizar una antigua cámara que formaba parte de la colección de la Cinemateca, y consultar en Eastman Kodak la posibilidad de adquirir algún tipo de película parecida al nitrato de celulosa que nos permitiera reproducir la calidad de la emulsión original. Pronto la idea se desechó por impracticable. La cámara y su viejo cajón de madera resultaron inútiles, la medida de las cintas modernas no se adecuaban al formato de la época, así como las perforaciones. Kodak tampoco suministraría material alguno.

Por razones económicas, la alternativa entonces fue rodar en video y hacer en pos-producción todo lo que fuera posible para simular el material original. En la búsqueda de quien pudiera realizar ese trabajo con la calidad deseada, descubrimos que el director húngaro-venezolano Francisco Gózon había dirigido hacía pocos años en Hungría la fotografía de un film que fundía diferentes épocas: Haggyállógva Vászka (1996), una historia de dos pícaros ladrones rodada en color y blanco y negro que recreaba con una verosimilitud impresionante la antigua San Petersburgo en Rusia.

Afortunadamente, Gózon se encontraba esos días en Caracas, y junto a su colega Ángel Palacios aceptó llevar a cabo el proyecto. De esta manera, la cinta húngara y la experiencia de Gozón como fotógrafo fueron la base técnica para la realización del experimento de recrear las primeras películas filmadas en Venezuela.

Lo que siguió fue la parte más sencilla. Todo el equipo se trasladó al Estado Sucre, donde se alojaba Río Teatro Caribe, y en cuyas playas simulamos el Lago de Maracaibo. Se hizo un arduo trabajo de investigación en archivo para intentar dar con el tono apropiado, aunque la idea era ofrecer una versión libre de unas películas que ninguno de nosotros, en realidad, para esa época, había visto. El vestuario y toda la dirección de arte corrió a cargo de la compañía teatral. La posada Caribana, en Río Caribe, fue la locación elegida para simular una habitación del Hotel Europa. El resultado del trabajo acompañó el montaje teatral estrenado finalmente en 1999, titulado Célebre especialista en el Gran Hotel Europa, ciento dos años después del centenario de la proyección original".

Ya para 1913 se estrena el primer largometraje de ficción titulado La dama de las cayenas de Lucas Manzano y Enrique Zimmerman seguido de otros largometrajes de precursores como Amabilis Cordero y Edgar Anzola.

La historia de la película es una adaptación de la novela La dama de las Camelias, del escritor francés Alejandro Dumas (hijo), publicada por primera vez en el año 1848; la novela contaba la historia de una “cortesana”, es decir, una prostituta de lujo que vendía sus servicios a hombres muy ricos.

Pero un joven aristócrata se enamora de ella y la mujer le corresponde. La pareja de enamorados intenta iniciar una nueva vida juntos apartados de la ciudad y de la alta sociedad; pero las intrigas de la familia del joven consiguen separarlos. La novela tiene un final trágico cuando ella muere enferma de tuberculosis antes de que el protagonista consiga volver con ella para reconciliarse.

Las camelias del título hacían referencia a las flores que la protagonista se colocaba en su escote para enviar mensajes en código a sus amantes; en la versión cinematográfica venezolana fueron reemplazadas por unas flores más típicas del trópico venezolano, las cayenas.

No obstante, la película era una parodia en tono satírico de la novela, buscando ridiculizar el sentimentalismo romántico de la historia; por lo tanto, ese primer largometraje pertenece al género de la comedia. El dúo formado por Lucas Manzano y Enrique Zimmerman filmó posteriormente un cortometraje de ficción también en clave de comedia, Don Leandro, el inefable, estrenado en 1919.

Pero no sería sino hasta el 28 de junio de 1924 cuando se estrenaría el segundo largometraje de ficción de la historia venezolana, La trepadora, una película que adaptaba la novela del mismo nombre del aclamado escritor Rómulo Gallegos, y dirigida por los directores Edgar Anzola y Jacobo Capriles.

La trepadora, basada en la novela de Gallegos, narra una historia de amor en un pueblo del llano venezolano. La película buscó resaltar la identidad nacional en su acercamiento coloquial y directo a la realidad de nuestros campesinos. Amabilis Cordero, otro pionero del cine nacional, fotógrafo y empresario filma en 1928 Los milagros de la Divina Pastora, un documental mudo sobre la procesión de esta importante figura religiosa y en 1929 presenta su segunda película La cruz de un ángel, un drama mudo sobre una saga familiar.

LA VENUS DE NÁCAR

Finalmente, es en 1932 cuando aparece el cine de banda sonora en Venezuela. Efraín Gómez, sobrino del llamado Benemérito, dictador Juan Vicente Gómez, a quien dedica el cortometraje, proyecta La venus de nácar, el primer trabajo sonoro de nuestra cinematografía aunque carece de diálogos.

A continuación una nota de prensa de la época relativa al estreno:

“Ante un selecto público, y en presencia del ilustre Jefe de la Nación Benemérito General Juan Vicente Gómez, Honorable cuerpo de Ministros y de distinguidos familiares, se estrenó anoche en el aristocrático Teatro Maracay de esta ciudad, la primera película sonora Nacional, La venus de nácar, hecha bajo la entusiasta y competente dirección de nuestro particular amigo, el caballeroso joven y distinguido sportman, Sr. Don Efraín Gómez.

Fue un éxito ruidoso el que obtuvo la primera película sonora nacional, tanto por la limpieza y precisión de sus escenas, como por lo bello y patriótico de su argumento. Una verdadera fantasía hecha a maravillas, donde se impuso todo la belleza de nuestros grandes paisajes y donde los artistas trabajaron admirablemente.

Con La venus de nácar, ha dado el arte nacional un verdadero progreso en la cinematografía, pues además de ser la primer película sonora, es superior a todos los ensayos que se hayan hecho en el arte cinematográfico de Venezuela. Por no tener espacio para más, no publicamos el argumento de esta bella fantasía, hecha película sonora, y nos limitamos a felicitar a todos los artistas que en ella tomaron parte, al cámara-man, y sobre todo al director artístico Sr. Efraín Gómez, quien puso en esta fantasía todo su entusiasmo para salir triunfante, habiéndolo conseguido de una manera definitiva”.

Revista Maracay Gráfico. Año 1932.

Efraín Gómez, miembro notable del clan apodado por el pueblo La Gomera, familiares del dictador, es el responsable de las imágenes del Noticiero Nacional, noticiero silente donde podemos ver al dictador Gómez entre muchas otras imágenes, repartiendo caramelos a los niños en carnaval, inaugurando una plaza de toros o inclusive en su ataúd durante sus funerales en 1935.

En la La venus de nácar, Gómez introduce el tema del costumbrismo, que se consolidaría en el cine de los años venideros a través de la historia de un pescador que encuentra una perla. Esta se transforma en bailarina, evocando a la Venus de Botticelli en algunas de sus poses pero también, con una inusual similitud en imágenes y técnicas, con los trabajos de los surrealistas en los años 20 del siglo pasado como Man Ray con su Emak Bakia, 1926, (rodada por cierto en el país vasco francés y con titulo en vasco) o Germaine Dulac con Le coquille et le clergyman (La concha y el clérigo), en español. Estos cortometrajes surrealistas rodados apenas unos años antes comparten con la La venus de nácar las sobreimpresiones y otros efectos de imagen como en el caso de la bailarina que surge de la perla para despues de un apasionado beso desaparecer envuelta por el fuego, dejando tras de sí una enorme perla a la entrada de una cueva.

El cortometraje comienza con un cuento infantil para luego dar paso a una historia dentro de otra. Una niña le pide a su madre le cuente la historia de una de las perlas del collar que lleva al cuello. Su madre, una dama de la burguesía por su atuendo y el decorado de la habitación donde se encuentra, comienza el relato y nos trasladamos al mar, en realidad se filmó en un lago, Valencia, donde el pescador navega en su curiara y luego de faenar encuentra la perla que mágicamente se transformará en mujer vestida de bailarina. Los actores, Yola, austriaca, y Paul, su compañero húngaro interpretan parte de las coreografías que presentaron al público caraqueño en el Teatro Pimentel según reseña El Nuevo Diario del 13 de julio de 1932.

Luego de la danza, Paul lleva a la Venus en sus brazos a una cueva y antes de la escena de amor, la mujer se funde en un fuego espontaneo, permitiendo el fin de la historia cuando la niña se duerme en los brazos de su madre, narradora de la historia en el corto. La cueva es un elemento importante de la mitología nacional por ser el lugar donde fue encerrada María Lionza por su padre, un cacique indígena. Custodiada por doce guerreros debía permanecer allí para evitar la mirada de cualquier hombre. Esto lo recoge Gilberto Antolinez en sus estudios sobre los mitos indígenas. A partir de entonces aparecen los primeros polos de producción industrial en el país. Estudios Ávila, fundado en 1938 por el escritor Rómulo Gallegos y Bolívar Films establecido en 1939, se constituyen en productoras de documentales y largometrajes con una fuerte influencia de los modelos del cine mexicano y argentino que imperaban en Latinoamérica para la época.

Sin embargo y a pesar de los modelos impuestos, el cine nacional nace y se va consolidando con una particular visión de lo identitario, algo estereotipada en un principio, y la preocupación social que desemboca en el cine realista que llega hasta nuestros días. También se puede percibir en muchas de estas obras patrimoniales un subtexto marcado por la lucha entre la civilización y la barbarie como lo enuncia Gallegos en su novela Doña Bárbara de 1929. Este conflicto está fuertemente relacionado con lo mágico religioso y a veces lo sobrenatural como podremos ver a lo largo de este ciclo.

LA ESCALINATA

En 1950, Cesar Enríquez produce La escalinata, película con una fuerte influencia del neorrealismo italiano, pionera del cine sobre la marginalidad y la pobreza. Estos temas permitirán consolidar con el tiempo una importante corriente de cine comprometido, presente aun en nuestros días.

Enríquez, el director, estudio cine en Francia y el guionista fue el italiano Elías Marcelli, que mantuvo contacto con en el neorrealismo en Roma y que dirigió en Venezuela los largometrajes Llano adentro y Séptimo Paralelo. Enríquez confesó estar fascinado con el neorrealismo que rompía con el acartonamiento del cine y eso se nota en La escalinata, rodada en villas miserias reales de la época en los cerros de Caracas.

Pablo, el protagonista, vuelve al barrio, ya adulto, como Santos Luzardo vuelve al llano en la novela Doña Bárbara, es decir educado y refinado. Allí se enfrenta a la barbarie esta vez representada por la pobreza y la delincuencia. Al final, Juan, el amigo de Pablo, busca la redención al subir por la empinada escalera del barrio que parece llegar al cielo.

LA BALANDRA ISABEL LLEGÓ ESTA TARDE

En 1950 también, Bolívar Films produce La Balandra Isabel llegó esta tarde de Carlos Hugo Christensen. La cinta, de tema popular y costumbrista, basada en un cuento del escritor Guillermo Meneses, ganó el premio a mejor fotografía en el Festival de Cannes. Rodada en plena llegada de técnicos, actores y directores históricos del cine nacional provenientes del cono sur. Guión del argentino Christensen y el venezolano Aquiles Nazoa se ocupó de los diálogos. Música del gran compositor Eduardo Serrano y el intelectual Juan Liscano supervisó música y bailes. Fue un gran trabajo de producción con actores principales extranjeros y venezolanos secundarios y locaciones como el burdel construidos in situ. Una gran producción latinoamericana con una visión de lo exótico encarnada en la brujería y los hechizos y habla de la pasión de un marino por una prostituta que trata de retenerlo con maleficios y conjuros.

Toledo Cruz señala que la obra se cimienta sobre «una narrativa con elementos del estilo costumbrista venezolano, que mezcla el erotismo con la magia». En Internet puede encontrarse que Los Angeles Conservancy, organización dedicada a la preservación del acervo cultural, describió la cinta como un melodrama de una fotografía fascinante, que resalta los escenarios naturales de Venezuela y una herencia musical afrovenezolana insuperable.

La oración del tabaco, usada como el conjuro para llevar al personaje al abismo de las bajas pasiones es la síntesis del retorno a la barbarie, lejos de la religión y la familia. La música de Barlovento tocada por cultores de la región, es un magnifico registro del folclore de carácter documental. El personaje de Arturo de Córdova se potabiliza en la cinta a pesar de su acento gracias a esta estrategia de locaciones, folclore y personajes accesorios auténticos.

ARAYA

Araya, 1959, de Margot Benacerraf, describe con una imagen estilizada y poética la dura vida en una salina. La cineasta idealiza a través de una mirada muy personal el universo de salineros y pescadores que luchan por sobrevivir desde tiempos inmemoriales. El filme obtuvo el Premio de la Crítica en el festival de Cannes.

En Araya se plantea la lucha del hombre contra la naturaleza para poder sobrevivir, tratando de civilizarla dentro del contexto rural y ponerla a producir sal, vasijas de barro y peces, en una lucha constante entre la naturaleza, barbarie, y la civilización, los pobladores.

Caín adolescente y los otros largometrajes de ficción tienen una fuerte influencia documental e implementan ese lenguaje como estrategia narrativa donde se sitúan los personajes de ficción. En el caso de Araya, sucede lo contrario. El documental se estiliza a tal punto que se vuelve ficción pero una ficción poética de fuerza extraordinaria

CAÍN ADOLESCENTE

Caín adolescente, del recientemente fallecido Román Chalbaud cierra la muestra con este, su primer largometraje, filmado en 1959. En la cinta, Chalbaud narra la historia de una madre y su hijo que llegan a la capital durante el éxodo rural de los años cincuenta en busca de una vida mejor pero son devorados por la gran ciudad. Chalbaud establece en esta cinta su compromiso con el cine social que caracterizó su dilatada cinematografía por más de 60 años.

La película relata la historia de Juana y Juan, madre e hijo, llegan a Caracas procedentes de un lejano pueblo. Están sin trabajo y viven en un mísero rancho, en un cerro de los que circundan la ciudad.

La señora Petra le ofrece a Juana un trabajo de sirvienta, pero no lo puede aceptar por tener una mano enferma. Petra trae para que la cure a Encarnación, un brujo negro fugitivo de la justicia.

Encarnación se aprovecha de la ingenuidad de Juana para quedarse escondido en su casa. Es una adaptación de la obra teatral homónima, original de Román Chalbaud y la historia está basada en hechos reales: una falsa alarma en la Basílica Santa Teresa durante la semana santa que acabó con la vida de más de 40 personas. Se aprecian las constantes del cine de Chalbaud, el contraste entre el bien y el mal, la inocencia de la Venezuela rural y la perversión de la capital. La religiosidad popular, católica, en contraste con la brujería, lo primitivo. Chalbaud combina barriadas reales con sets, fiel al teatro, su primera vocación. Como en todos los largos de ficción están presentes siempre todas o algunas de estas dialécticas: la pobreza y la riqueza la locura y la cordura el bien y el mal.

John Petrizzelli
Madrid febrero 2024

Muerto de risa

cine

Muerto de risa

Proyección en la taquilla del fin de semana, hasta el 20 de abril

cine

Karnawal

Proyección de la película, los viernes y sábados hasta el 17 de febrero

© Casa de América, 2024