Circe Maia (Montevideo, 1932) es la reciente ganadora del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, que se entregará el 23 de mayo en Granada. Además de ser profesora, traductora y ensayista, es una de las poetas más importantes y premiadas en Uruguay, sin embargo su obra no ha sido tan difundida en el ámbito español; salvo por las dos antologías de poesía Múltiples paseos a un lugar desconocido (Pre-Textos, 2018) y Transparencias (Visor, 2018), además de su emblemático Viaje a Salto (Las Afueras, 2021), la mayor parte de su producción es -todavía- un secreto bien guardado para los lectores españoles.

Sensible y atenta a nuestro tiempo y sus contingencias, la poesía de Circe sigue la huella machadiana, que se propone establecer un diálogo franco y abierto con el mundo circundante. Su primer libro, En el tiempo (1958), se abre con unas palabras que se han transformado en una suerte de arte poética para toda su obra, que la convierten en un todo coherente desde el primero hasta el más reciente de sus poemarios: Voces del agua (2020). En aquel prólogo, Maia postulaba que la misión del lenguaje es «descubrir y no cubrir». Es así que el diálogo con el mundo, con la experiencia más próxima -a veces dolorosa, como es la muerte- ha sido una constante en esta poesía que entrelaza filosofía y vida cotidiana. La reflexión sobre la temporalidad es uno de los grandes ejes de su obra y ofrece una mirada reveladora sobre seres, paisajes y objetos cotidianos.