Hablamos con Gabriela Wiener, escritora peruana y migrante en España desde hace 20 años, en el marco del festival ‘Leer Iberoamérica Lee 2025’, en Casa de América. Wiener escribe novela, crónica y poesía, y es parte de Sudakasa, un espacio en Castilla-La Mancha donde transforman el insulto contra las comunidades del sur en orgullo, identidad y trabajo comunitario.

Wiener explica que su proceso de escritura nace de distintas luchas, porque “la escritura implica mucho trabajo, tanto en la intimidad del texto y pelear con las palabras, como enfrentarse a un sistema que no te quiere ahí, que lo penetras y ocupas temporalmente, pero que es un lugar de supervivencia, resistencia y crítica”, confiesa. 

Sus obras se sitúan en la intersección entre lo personal y lo político, donde aspectos íntimos están atravesados por estructuras más grandes como el colonialismo, el racismo o el patriarcado. Esto se refleja en Hueco retrato, una mezcla de autoficción, crónica, ensayo histórico y memoria personal, que Wiener colectiviza en la comunidad migrante.

Ese grito de lucha y crítica también está presente en Atusparia, su última novela, que narra la historia de una política de izquierda, víctima del lawfare, encarcelada en una prisión de alta seguridad en plena selva amazónica.

Para Gabriela Wiener, escribir es “componer con muchos ingredientes que pones al fuego”, y el aprendizaje consiste en “dosificarlos, mezclarlos y saber qué hacer para generar en el lector memoria, identificación, empatía y encuentro”. Sus textos buscan sacar a la luz lo que estaba oculto, porque, como afirma, “las escritoras buscamos comunicar algo que estaba escondido en un lugar oculto y lo ponemos en circulación, y es hermoso encontrarse con otros sujetos que lo reciben y lo hacen suyo a su manera”.