sociedad

Inca

Borja Cardelús

72157644782312181
21/05/2014. Presentación de la novela 'Inca' y del panel del 'Qhapaq Ñan: El Gran Camino Inca', del escritor Borja Cardelús. Participaron: - Francisco Eguiguren, Embajador del Perú en España. - Tomás Poveda Ortega, Director General de Casa de América. - Borja Cardelús, Autor de 'Inca' y coautor del panel del Qhapaq Ñan. - Fernando García-Casas, Gabinete de la Secretaria General Iberoamericana. - Salvador Montejo, Presidente de la Fundación Perú España.   Coorganiza: dfty   dfty
La nación de los incas, al principio confinada en la aldea de El Cuzco, se expandió de modo fulgurante sobre América del Sur, conquistando las sucesivas naciones andinas, a las que ofrecían la alternativa de la anexión voluntaria o la conquista militar. Los incas lograron así la hegemonía sobre el resto de las naciones andinas, hasta conformar un extenso imperio, el Tahuantinsuyo, sobre la mayor parte de América del Sur, gobernado desde el Cuzco por el Inca o Hijo del Sol. Al tiempo que aseguró el abastecimiento a todos los súbditos, el Imperio inca, fuertemente centralizado, reglamentó la vida de sus vasallos, a los que exigía fuertes prestaciones personales, en general en forma de trabajo agrícola. Los últimos años del Imperio se caracterizan por las soterradas luchas por la sucesión al trono entre el hijo legítimo del Inca Huayna Capac, Huáscar, y su hermano bastardo Atahualpa, luchas en las que intervino la interesada y privilegiada nobleza incaica. Estos conflictos, trufados de conjuras y traiciones, desembocaron en una guerra civil y fratricida, y terminaron de una forma inesperada, con el derrumbamiento del Tahuantinsuyo a la llegada de los españoles. Inca, una novela basada en la historia real de los sucesos, relata el funcionamiento del Imperio y la sociedad incaicas, y las circunstancias que abocaron al final del mismo.
El Capaq Ñan, o Gran Camino Inca, fue el eje de comunicación esencial del Tahuantinsuyo, y el que le permitió gobernar un imperio que se extendía desde Colombia hasta Argentina, atravesando Ecuador, Perú y Bolivia. Cada cinco kilómetros había un puesto con dos corredores o chasquis, que a la carrera se encargaban de transmitir los mensajes orales en un sentido u otro. También había tambos o alojamientos al fin de cada jornada, puentes colgantes para cruzar los ríos, y diversas ingenierías para superar las dificultades de la orografía andina. En los próximos meses el Capaq Ñan va a ser declarado Patrimonio de la Humanidad, contó con dos ejes, el de la sierra o principal, que discurría por el altiplano, y el de la costa, con ramales que conectaban uno y otro. Por el Gran Camino Inca circulaban nobles, funcionarios, ejércitos, correos y gracias a él pudo gobernarse desde la capital, el Cusco, el colosal imperio de los Andes.

© Casa de América, 2024