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La obra del siglo

La obra del siglo

Carlos Machado Quintela

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Proyección de la película La obra del siglo, de Carlos Machado Quintela, dentro del ciclo 'Rupturas'. Cuba-Argentina-Alemania-Suiza, 2015 / 101’ (+12). Dirección: Carlos Machado Quintela. Intérpretes principales: Mario Balmaseda, Leonardo Gascón, Mario Guerra. Sinopsis: En medio de una plaga de mosquitos Leonardo lucha con la ruptura de su relación y se traslada a vivir con su abuelo que lucha contra todos y todo, y un padre que vive con la melancolía de lo inconcluso. En una ciudad que alguna vez se comprometió a convertirse en el centro del proyecto nuclear soviético en el Caribe, los escasos restos de este mundo pesan sobre estos tres hombres solitarios, que, a diferencia de su pez mascota Benjamín, todavía tienen que aprender a respirar bajo el agua.  Ciclo 'Rupturas'

Este ciclo está dedicado a mostrar películas de narrativas no tradicionales que trabajan con la investigación del lenguaje y de marcado acento autoral. Está integrado por películas de la producción reciente del cine latinoamericano, que han recibido el reconocimiento del público y de la crítica nacional e internacional, y en su mayoría son inéditas en las carteleras españolas.

El ciclo Rupturas se inauguró el miércoles 4 de febrero de 2015 con el filme argentino de Lisandro Alonso, Jauja, con la presencia de Viggo Mortensen.

Fecha: miércoles 15 y 22 de febrero y 1, 8, 15 y 22 de marzo de 2017. Hora: 20.00. Lugar: cine Casa de América. Sala Iberia.

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Aforo: 90 localidades. Entradas: General: 5 euros. Entradas con descuentos: 2,50 € Usuarios de la tarjeta DMM. 3 € Mayores de 65, carnet joven, empleados de Telefónica e Iberia y titulares de Iberia Plus e Iberia Singular. 1 € Desempleados. Imprescindible presentar acreditación. Taquilla: En el Punto de Información (Plaza de Cibeles s/n). De lunes a viernes de 10.00 a 15.00, y de 16.00 a 20.00. Sábados de 19.00 a 20.00. Venta anticipada exclusivamente de lunes a viernes. Se acepta el pago con tarjeta, para compras superiores a 7,99€.

Dirección: Carlos Machado Quintela. Producción: Rizoma Films (Argentina). Coproducción: Uranio Films LTD (Cuba), Ventura Film (Suiza), Raspberry&Cream (Alemania). Productores: Hernán Musaluppi, Natacha Cervi, Pablo Chernov. Coproductores: Carlos M. Quintela, Maren Kroymann, Elda Guidinetti, Andres Pfaeffli. Productores asociados: Kate Hartnoll, Luis Abel Miyares. Guión: Abel Arcos, Carlos Machado Quintela. Fotografía: Marcos B. Bohórquez. Montaje: Yan Vega.  Sonido: Ezequiel Saralegui. Música: Vicente Rojas. Intérpretes principales: Mario Balmaseda, Leonardo Gascón, Mario Guerra. Película realizada con el apoyo de World Cinema Amsterdam, World Cinema Fund- Hubert Bals Fund, Alta Definición Argentina, Embajada de Noruega, ACE Co-Production Lab Miami. 
(Cuba, 1984). Guionista y director. Graduado de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana y de guión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), Cuba.  Ha escrito y dirigido los cortometrajes de ficción: Stand by (2006), Contenedores (2007), Casi (2008), Jorge y Elena (2009), La siesta (2011), El carro azul y Buey (2014), El vuelo del mosquito (2015) y el documental Madera (2014). En 2006 escribe junto a Abel Arcos el guión cinematográfico de largometraje Fuel, finalista en el concurso de guiones inéditos en el Festival de Cine de La Habana. Su primer largometraje, La piscina (2012), fue seleccionado por la Berlinale y programado en diferentes festivales. Entre otros reconocimientos obtuvo el Premio Decouverte de la crítica francesa y el premio “Coup de Coeur”/Encuentros de cines de América Latina de Toulouse, Francia, 2013; el Premio del Jurado/Festival de Amsterdam, Holanda. 2012; Mejor opera prima/Festival Internacional de Cine de Miami, Estados Unidos, 2013 y Mejor película en el Festival Inernacional de cine de Marrakech, Marruecos, 2013 (presidente del jurado Martin Scorsese). Su segundo largometraje La obra del siglo (2015), recibió el máximo galardón del Festival de Rotterdam, y ha sido reconocido por la crítica nacional e internacional como una de las obras más significativas del año. Entre los reconocimientos recibidos: Lions Film Award/Festival de Rotterdam, Holanda, 2015; Premio de la FIPRESCI/Cinélatino Recontres de Toulouse, Francia, 2015; Mejor película en la sección Eco-Film/Festival Internacional de Cine Esperanza. Moscú, Rusia, 2015; Premio al mejor montaje (Yan Vega) y a la mejor música (Vicente Rojas)/Festival Internacional de Cine de Ceará, Brasil, 2015 y el premio especial del jurado y el premio a la mejor película de la crítica internacional en el Festival de Lima, Perú, 2015. Fue seleccionado, además, en el Festival Internacional de Cine de Miami (Estados Unidos) y el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), Argentina, 2015.  Actualmente trabaja en la postproducción de su nuevo proyecto, The Wolves of the East / Los lobos del Este, realizado en Japón.
No hay señales en la carretera que indiquen cómo se llega a la Ciudad Electro-Nuclear. Para llegar por mar hay que cruzar la bahía de Cienfuegos y para hacerlo por tierra se atraviesa una carretera sin tráfico que parece haber sobrevivido a un bombardeo aéreo, la primera señal de olvido. Por cualquiera de las dos vías lo que primero salta a la vista es el gran domo, la cúpula del reactor, el principio y el fin del mundo nuclear de Juraguá. En la ciudad fantasma, como la llaman algunos de sus habitantes, es muy fácil ver el fracaso en vez de pensar en el riesgo de una gran utopía. Por las calles se encuentran consignas grafiteadas en paredes o en edificios vacíos, y repetidas veces se leen palabras como resistir y vencer, palabras que en su momento tuvieron valor, pero en la vida diaria ya no tienen ninguna importancia. En la película no hay consignas, ni se muestran las calles de la ciudad hoy, ni se hace hincapié en las carencias o las necesidades de su gente. Nunca quise calcar la dura realidad de la CEN y nunca hubiera podido hacerlo bien. Es muy fácil filmar la miseria urbana, es muy difícil contener todo un mundo en una sola película. Entonces preferí reinterpretar lo que allí ocurrió y su presente. Le robé a Yuri Gagarin el cosmos, a Arnaldo Tamayo la utopía, las memorias de una obra a una televisora extinta, el título de la película a Fidel Castro, robé también una pelea de boxeo a los Juegos Olímpicos de Londres, dos canciones a Vicente Rojas, una secuencia muy bella a Sarita Gómez y algunos fantasmas a la Ciudad Nuclear. Sé que podría seguir robando y lo haría sin remordimiento, pero la película ya está lista. Con el cine uno puede pasar por astronauta y con un poco de suerte, ver las cosas desde muy lejos. La obra del siglo tiene que ver más con las secuelas de una gran utopía que con el triunfo inconsciente de la naturaleza, sin duda hay un cierto oportunismo político, pero sin duda hay algo más, esto último no lo dije yo.

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