Con seis años de experiencia a su espalda, Casa de América encara 1998 con un programa repleto de actividades de gran calidad y variedad. Tribuna Américana sigue buscando servir a las ideas que determinaron su creación: consolidar un foro de debate, reflexisión y sensibilidad sobre la política, economía y las ciencias sociales de Latinoamérica.  1998 acoge el ciclo 'El 98 desde España', con motivo del primer centenario del "desastre del 98" y a sus precedentes y consecuencias vistas desde una perspectiva española. Once mesas redondas y conferencias en las que se analiza esta fecha tan destacada desde diferentes ámbitos y disciplinas. Además, Adriano González León, escritor venezolano, es el encargado de los talleres '500 años de tierra firme o el otro lado del océano', sobre el desarrollo de la cultura latinoamericana antes y después de la conquista y su impacto en el mundo actual. Fiel a su tradición, Tribuna Américana dedica una parte de su programación a la celebración de la VIII Cumbre Iberoamericana. En esta ocasión se analiza, como es habitual, la importancia de la cumbre pero también la de los diferentes acuerdos para el mercado de libre comercio entre Europa y Mercosur. En 1998 se pone en marcha una nueva forma de promoción de la cultura más práctica, por ello ganan especial relevancia los talleres, cursos, espectáculos o performances. Se pretende cambiar de la habitual participación pasiva a una más activa. En esta línea tiene lugar el taller de escritura de Mario Benedetti. El escritor uruguayo impartió un taller de literatura en el que leyó algunos de sus poemas y fragmentos de sus novelas más relevantes y analizó las técnicas literarias de escritura. Casa de América celebra también el ciclo 'Fernando Ortiz. Cubano de todos los cubanos'. Un análisis sobre el etnólogo, antropólogo, jurista, arqueólogo y periodista cubano en la que se desentraña sus estudios e importancia en la literatura cubana. Los homenajes a grandes figuras de las artes marcan la programación de Casa de América en el 98. Como por ejemplo el dedicado al editor argentino Mario Muchnik, a Juan Carlos Onetti o el ciclo homenaje dedicado a la memoria viva de Lydia Cabrera. En definitiva, todo un mosaico de actos tan variados y de rica temática que atraen a un numeroso público año tras año.