La llegada de Karla lleva al espectador al viaje personal que experimenta una joven en la aventura de ser madre en circunstancias extremas. Narrado por su protagonista y contado con respecto, intimidad y gracia, este documental de observación ofrece una historia llena de esperanza, tratando una cuestión universal que no se había planteado antes. Adolescentes sin techo en todo el mundo están formando familias y teniendo hijos en la misma calle. Se trata de una nueva realidad sin precedentes en los países donde muchos jóvenes se ven forzados a vivir sin tener casa ni trabajo. Se estima que hay unos setenta y cinco millones de mujeres jóvenes en las calles del mundo. Cada una tendrá por lo menos un hijo antes de cumplir los dieciocho.

Afincado en España desde hace dieciséis años, Koen Suidgeest (Amsterdam, 1967) es cineasta y fotógrafo. Se ha dedicado al documental social y de derechos humanos. Es ganador de varios premios internacionales. Su documental Casting (2006) fue nominado al Premio Goya al Mejor Documental, por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Durante uno de mis primeros viajes a América Central en 2003, descubrí que niñas adolescentes, a veces no mayores de doce años de edad, estaban criando a bebés en las mismas calles en las que vivían. Investigando más sobre el tema, me impactó el hecho de que no existiera información sobre esta “segunda” generación de niños de la calle. Así encontré esta historia aún no contada. En el proceso de preparación del proyecto, fue quedando claro por qué el documental debía realizarse. En primer lugar, ningún realizador, investigador, ONG o gobierno, había distinguido la segunda generación como una cuestión aparte. Y en segundo lugar, solo unas pocas películas de niños de la calle parecían expresar un deseo de representar este tema desde dentro y con suficiente rigor, profundidad y respeto. Me propuse rechazar el sentimentalismo gratuito en el que resulta tan fácil caer cuando se trabaja con comunidades callejeras. Mi intención fue abordar en profundidad un gran tema global enfocándolo en el retrato de una madre y su hijo durante un largo periodo. Una de mis metas consistía en dejar que los protagonistas del documental fuesen los narradores, sin interferencias por parte del cineasta. Sentía que a Sujeylin, sus amigos y familia debía permitirles tomar parte, no juzgarlos y simplemente dejarles hablar. De ese modo, la protagonista se ha convertido en la portavoz de una generación entera de jóvenes sin techo que están formando familias en las calles, describiendo sus vidas con sus propias palabras. Espero que la audiencia sea consciente del lujo que supone oír una voz que con facilidad es generalmente marginada y se asombre, como yo lo hice, de su profundidad e inteligencia.